BBC World Service: “Escolta para la cosecha” (Escort for the Harvest)

by Karim Hauser, BBC Spanish World Service , October 24th
English translation below

En el Líbano, pude constatar que los agricultores del sur del país tienen dos opciones: perder la cosecha, o adentrarse en sus campos y perder la vida al pisar un explosivo sin detonar, cortesía de los bombardeos israelíes en el conflicto que terminó hace dos meses.

En los territorios palestinos, si bien no hay explosivos en las parcelas, lo que sí hay es una barrera de separación, un sinnúmero de retenes de control y áreas donde los colonos judíos diariamente boicotean la cosecha.

“La aceituna y el aceite son de las fuentes primordiales del sector agrícola. Y por eso el olivar es básico para los campesinos palestinos”, señaló a BBC Mundo Abdel Jawad Saleh, ex ministro de Agricultura palestino.

Si bien la cosecha del olivo 2006 apenas comienza, ya hay varias quejas de individuos que no pueden explotar debidamente su tierra.

Agricultores en apuros

“La ocupación israelí ha cercenado cientos de miles de árboles. Y ese muro de separación, en realidad no es para seguridad sino para confiscar las mejores tierras de Cisjordania, en especial las irrigadas” dijo a BBC Mundo Abdel Jawad Saleh, ex ministro de Agricultura.

“Otro enorme problema que enfrentan son los colonos judíos que se han insertado en la profundidad del campo palestino y no dejan a los agricultores en paz, al atacarlos o arrancar los árboles o arruinarlos con productos químicos”.

Mohammed Raja, tiene 44 años y vive en Burin, Cisjordania. Su parcela tiene 150 olivos, 20 almendros y 20 higueros. “Nosotros estamos rodeados de cuatro asentamientos y enfrentamos muchos problemas, sobretodo desde la segunda intifada. A principios de este año los colonos vinieron con palos a arruinar los plantíos”, me dijo en una conversación telefónica.

“No te puedo decir cuántos problemas hay por semana. Hace 5 minutos mi padre quería transportar dos bolsas sobre el burro. Ya en el camino lo interceptaron dos coches con colonos y golpearon al burro; mi padre apenas pudo saltar a tiempo”, añadió.

Sin embargo, el ejército no tiene registro de estos problemas. “Hasta ahora todo se pudo recolectar y ha sido aprovechado en su totalidad; no tenemos ninguna queja registrada en la Oficina de Enlace”, dijo a BBC Mundo Hernán Jeberovich, portavoz del ejército israelí.

Escoltando al campesino

Así como hay colonos israelíes determinados a impedir el acceso de los campesinos palestinos, hay otros ciudadanos que luchan para garantizarlo.

El rabino Arik Ascherman pertenece a Rabinos por los Derechos Humanos, que junto con otras organizaciones, como el Movimiento de la Solidaridad Internacional o Machsom Watch, escoltan a los palestinos a sus tierras.

“Estamos presentes en más de 30 pueblos palestinos desde el año 2002. Año tras año ha habido progreso pero no es suficiente”, dijo el rabino.

En junio de este año, después de una apelación interpuesta en noviembre de 2004, la Suprema Corte de Israel reconoció el derecho de acceso de los palestinos a sus tierras, con protección del propio ejército israelí.

“La única forma de entrar aquí es a través del camino de los asentamientos, no hay otro acceso. Y eso sólo se puede hacer mediante la coordinación con los israelíes y es ahí donde con los extranjeros usan su influencia, pero ellos no están constantemente con nosotros, sino que si tenemos problemas les llamamos y ellos piden al ejército que intervenga para protegernos”, dijo a BBC Mundo el campesino Mohamed Raja, de Burin, Cisjordania.

Escolta incómoda

Según el diario israelí Haaretz, hace una semana las Fuerzas de Defensa Israelíes exigieron que los agricultores palestinos no sean escoltados a sus tierras por simpatizantes israelíes y extranjeros.

El rabino Ascherman reaccionó a las restricciones del ejército. “Creo que el ejército está enojado, debido a la sentencia de la Suprema Corte. Aunque algunos comandantes han reconocido que somos útiles, otros ceden a la intensa presión de los colonos”, indicó el religioso judío a la BBC.

Por su parte Hernán Jeberovich, portavoz del ejército, matizó estas afirmaciones. “Ellos pueden acompañar a los agricultores, si lo desean. El ejército no tiene objeciones.

Pero existe una mínima cantidad de áreas en donde hay mucha fricción y se pide que sean sólo los campesinos los que ingresen. Son razones de seguridad y no de ideología”, dijo a BBC Mundo.

Pero el rabino Arik Ascherman no está de acuerdo. “Justamente esas pequeñas áreas son precisamente donde más nos necesitan.

En algunas partes reconocemos que complicamos las cosas para el ejército, ya que en efecto los colonos están más molestos por nuestra presencia que por la de los palestinos”, respondió Ascherman.

“Pero lo que está haciendo el ejército es impedirnos el acceso a áreas cada vez más extensas.”

Entre la espada y la pared

Varios observadores concuerdan que la situación en Cisjordania está mejor regulada y la decisión de la Suprema Corte indica buena voluntad. Pero en las tierras ubicadas entre la nueva barrera de separación y la frontera de Cisjordania de 1967, conocida como línea verde, la situación es otra.

El ingreso de Salah El Teily depende totalmente de la agricultura. Tiene 44 años y 6 hijos, vive en Tulkarem y tiene que obtener permisos para llegar a su parcela. “El muro me separa de mi terreno y teníamos prohibido pasar, hasta que los extranjeros intervinieron y nos consiguieron permisos. Pero el ejército sirve para proteger a los colonos y no a nosotros.”

Y es que la intervención de las ONGs resulta esencial para el movimiento de estos pequeños agricultores. “La gente necesita un permiso especial para entrar a esas tierras ubicadas entre la barrera de separación y la línea verde”, dijo a BBC Mundo Sylvia Piterman de la ONG Machsom Watch.

“Hay familias enteras a las que no les reconocen la propiedad de sus tierras, después de haberlas trabajado durante generaciones; hay también unas 200 mil personas consideradas “peligrosas” a las que no les dan acceso; o familias muy grandes que sólo reciben permisos para pocos miembros de su familia”, explicó Piterman. “Las cosas se han puesto más dificiles que en años anteriores”.

¿Y qué pasa con esas tierras inaccesibles? “Hay una vieja ley otomana; si la tierra no se trabaja deja de ser propiedad de los individuos y pasa a manos del estado. Y la gente está bastante desesperada con eso”, aseveró Sylvia Piterman.

***********************************************************************************

In the Lebanon, you could say that the farmers in the south of the country have two options: to lose the harvest, or to go into the fields and be killed by an unexploded bomb, courtesy of the Israeli bombings in the conflict that finished two months ago.

In the Palestinian territories, although there are no explosives in the fields, there is a separation barrier, an endless number of checkpoints and areas where the illegal Israeli settlers interfere with the harvest on a daily basis.

“The olive and the oil are the fundamentals of the agricultural sector. And for that reason the olive grove is a basic for the Palestinian farmers “, said Abdel Jawad Saleh, ex- minister of Palestinian Agriculture to BBC World.

Although the 2006 harvest of olive trees has only just begun, already there are several complaints that individuals that cannot operate properly on their land.

Farmers Endure Hardships

“The Israeli occupation has cut down hundreds of thousands of trees. And that separation wall, in fact is not for security but to confiscate the best land in the West Bank, especially the irrigated sectors”said Abdel Jawad Saleh, ex- minister of Agriculture, to BBC World.

“Another enormous problem that we face is the illegal settlements that have been established deep into Palestinian rural areas and the settlers do not leave the farmers in peace; they attack them or uproot the trees or ruin the olives with chemical agents”.

Then there are times that the farmers have to throw olives on the ground because they do not have the right to move them, said to Saleh to BBC World from Ramallah.

Mohammed Raja, is 44 years old and lives in Burin, in the West Bank. His parcel of land has 150 olive trees, 20 almond trees and 20 vines. “We are surrounded by four settlements and have faced many problems, since the second intafada. At the beginning of this year the settlers came with sticks to ruin the plants”, he said to me in a telephone conversation.

“I cannot say to you how many problems it has been per week. 5 minutes ago my father wanted to transport two bags on the donkey. On the way they intercepted him with two cars filled with settlers. They struck the donkey and my father who jumped out of the way,” he added.

Nevertheless, the army does not have a register of these problems. “Until now it was not possible to collect this information and it has been taken advantage of; we do not have any complaint registered in the Office of Coordination “, said Hernán Jeberovich, Israeli army spokesman to BBC World.

Escorting the Farmers

As well as Israeli settlers who try to prevent access to the Palestinian farmers, there are other Israeli citizens who fight to guarantee it.

Rabbi Arik Ascherman belongs to Rabbis For Human Rights that along with other organizations, like the International Solidarity Movement or Machsom Watch, escort to the Palestinians to their land.

“We have been present in more than 30 Palestinian towns and villages from year 2002. Year after year there has been progress but it is not sufficient “, said the rabbi.

In June of this year, after an appeal made in November 2004, the Supreme Court of Israel recognized the right of access of the Palestinians to their land, under the protection of the Israeli army.

“The only way to enter the land here is by way of the settlements, is no another access. And that can be only done by coordination with the Israelis, that is where the foreigners can use their influence, but they are not constantly with us, but if we have problems we call them and they request that the army protects us “, said the farmer Mohamed Raja, of Burin, West
Bank, to BBC World.

Uncomfortable Escort

According to the Israeli newspaper Haaretz, one week ago the Israeli Defence Forces demanded that the Palestinian farmers are not escorted to their land by Israeli and foreign supporters.

Rabbi Ascherman reacted to the restrictions of the army. “I believe that the army is angry, due to the sentence of the Supreme Court. Although some commanders have recognized that we are useful, others yield to the intense pressure from the settlers”, indicated the Jewish holy man to the BBC.

On the other hand Hernán Jeberovich, an army spokesman, clarified the story. “They can accompany the farmers, if they wish to. The army does not have objections. But a very small number of areas exist where there is a lot of friction and we ask that in those areas only the farmers enter. These are for security reasons and not of ideology “, he said to BBC World.

But Rabbi Arik Ascherman does not agree. “Exactly those small areas are precisely where they need us more. In some ways we recognize that we complicate things for the army, since in effect the settlers find our presence more annoying than the presence of the Palestinians “, responded Ascherman.

“But what the army is doing is to prevent the access us to more and more extensive areas.”

Between the Sword and the Wall

Several observers agree that the situation in the West Bank better regulated and the decision of the Israeli Supreme Court indicates good will. But on land located between the new separation barrier the 1967 border of the West Bank , better known as the Green Line, the situation is different.

Salah Al Teily depends totally on agriculture. He is 44 years old and has 6 children, lives in Tulkarem and must obtain permission to go on his land. “The wall separates me from my land and we were prohibited to work it, until the foreigners took part and they obtained permission for us. But the army serves to protect to the settlers and not us.”

And it is the intervention of the NGOs that is essential for these small farmers to move onto their land. “People need special permission to enter the land located between the separation barrier and the Green Line”, said Sylvia Piterman of the NGO Machsom Watch to BBC World.

“There are whole families whom they do not recognize own property that has been worked for generations; there are also 200,000 people considered “dangerous” to whom they do not grant access; or very large families who only receive access permission for few members of their family”, explained Piterman. “things have been more difficult than in previous years”.

And what happens to land that is inaccessible? “There is an old Ottoman law; if the land is not worked it stops being property of the individuals and goes into the hands of the state. And people are quite desperate about that “, asserted Sylvia Piterman.